Bajo el gobierno del MAS el movimiento indígena boliviano logró emanciparse políticamente, penetrando las estructuras del poder estatal, pero al mismo tiempo pasó por su crisis, desmovilizándose paulatinamente. El objetivo del libro es explorar la relación entre la institucionalización del movimiento y su siguiente desmovilización. Aplicando el método "process tracing", el libro infiere primero que el impacto de la institucionalización en la dinámica del movimiento es condicionado por su carácter, así el movimiento se pacifica cuando goza de la política favorable y representación gubernamental más bien que parlamentaria; segundo, una vez el movimiento sea la parte de la maquinaria estatal, su disidencia potencial causa dilemas estratégicos para el gobierno que reacciona con estrategias para suprimirlo.